viernes, 26 de abril de 2013

Anécdota



¿Te acordás de aquel día? Puse mi mano sobre una biblia, en plena epifanía. Sin ser cristiana ni descreída, prescindí de juicios y escuché con altura:

"Te amo " pensé solamente, pues ni tuve pedidos ni preguntas, y la página azarosa ya sabía.

"Yo te amo"

respondió la escritura.


Nada más idéntico a Dios que un buen pensamiento.
Ordenado y creador.

El espacio y el tiempo a su servicio.