A veces despego
Cuando como un tomate con sal.
Muchas veces no,
Ni a fuerza de tomate ni de cielo,
No hay caso.
Entonces sé que hay un espía,
Entiendo que al mirarme a mí,
Hay alguien que mira y alguien que es visto.
Mis alas son de yunque,
Y los yunques vuelan cuando nadie les ve.
Me exaspera cuando me ando buscando,
Pues en ese momento
Estoy detrás de mí.
Sin embargo y con embargo en abundancia,
Me entrego a un tomate con sal y ¡saz!
se desnuda la pared.
domingo, 30 de mayo de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
martes, 11 de mayo de 2010
miércoles, 5 de mayo de 2010
I
El alma no tiene quiero decires. Dice. Pronto.
II
Dios le da dientes al que no tiene pan
III
- ¿Mi peor miedo? Que no exista el demasiado lejos
IV
El tiempo no vuela, uno pasa volando sobre los años. Escatima en destrezas. Por eso nadar es buen deporte
V
Los buenos pensamientos circulan en cardúmenes. El barullo les ahuyenta. Quien habla menos piensa mejor
VI
- Adviértase señor: no hay nada especial en lo que hago. Lo especial es hacerlo.
VII
A veces duermo
El alma no tiene quiero decires. Dice. Pronto.
II
Dios le da dientes al que no tiene pan
III
- ¿Mi peor miedo? Que no exista el demasiado lejos
IV
El tiempo no vuela, uno pasa volando sobre los años. Escatima en destrezas. Por eso nadar es buen deporte
V
Los buenos pensamientos circulan en cardúmenes. El barullo les ahuyenta. Quien habla menos piensa mejor
VI
- Adviértase señor: no hay nada especial en lo que hago. Lo especial es hacerlo.
VII
A veces duermo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)