domingo, 30 de mayo de 2010

Espía

A veces despego
Cuando como un tomate con sal.
Muchas veces no,
Ni a fuerza de tomate ni de cielo,
No hay caso.
Entonces sé que hay un espía,
Entiendo que al mirarme a mí,
Hay alguien que mira y alguien que es visto.
Mis alas son de yunque,
Y los yunques vuelan cuando nadie les ve.
Me exaspera cuando me ando buscando,
Pues en ese momento
Estoy detrás de mí.
Sin embargo y con embargo en abundancia,
Me entrego a un tomate con sal y ¡saz!
se desnuda la pared.

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